Bluesy

Author: Igor /

Es tarde y llueve otra vez, hora absurda; lluvia oblicua. Intento escribir pero la página en blanco no cede. En la ventana, las gotas dejan rastros que destellan a trasluz de esta vela. Estoy metido hasta el hartazgo en este viernes, rodeado de libros y apuntes. Afuera la humedad es diluviana. Adentro todo está cubierto de una inenarrable y seca vetustez. En ocasiones como esta no hay más salida que encender un cigarrillo y beberse los restos de la noche. Pero hace tanto que dejé de fumar. Quizá Benny Goodman me rescatase un poco. Aunque sin electricidad, eso es un afán inútil. Además, no hay Mad House que mitigue las soledades, ni Get Happy que palie las melancolías. Mejor que venga Armstrong con su St. James Infirmary para terminar de una vez. ¿Un vaso de vino? Habría que ir hasta la cavita. Pero no, mejor no: ya llevo dos botellas, y dicen que tres es multitud. Además, tocan a la puerta. ¿Haré espacio en el colchón, por si es la soledad que regresa acompañada? Probablemente es el viento y nada más. La página en blanco persiste y hoy toda inspiración es una ficción de funestas filias y fatales fobias. Cómo quisiera poder escribir los versos más tristes esta noche. Pero no soy nada. Nunca seré Nada. No puedo querer ser nada. [Pessoa, Neruda, Poe, Chaves. Impensables poetas malditos].

Rencoria

2 comentarios:

Eva dijo...

Si contemplas la oscuridad de ese modo tan amigable, mi amigo, bienvenido al club, de los que tenemos algo de poetas malditos tambien.
Media Veronica

Unknown dijo...

me gustó