Bluesy

Author: Igor /

Es tarde y llueve otra vez, hora absurda; lluvia oblicua. Intento escribir pero la página en blanco no cede. En la ventana, las gotas dejan rastros que destellan a trasluz de esta vela. Estoy metido hasta el hartazgo en este viernes, rodeado de libros y apuntes. Afuera la humedad es diluviana. Adentro todo está cubierto de una inenarrable y seca vetustez. En ocasiones como esta no hay más salida que encender un cigarrillo y beberse los restos de la noche. Pero hace tanto que dejé de fumar. Quizá Benny Goodman me rescatase un poco. Aunque sin electricidad, eso es un afán inútil. Además, no hay Mad House que mitigue las soledades, ni Get Happy que palie las melancolías. Mejor que venga Armstrong con su St. James Infirmary para terminar de una vez. ¿Un vaso de vino? Habría que ir hasta la cavita. Pero no, mejor no: ya llevo dos botellas, y dicen que tres es multitud. Además, tocan a la puerta. ¿Haré espacio en el colchón, por si es la soledad que regresa acompañada? Probablemente es el viento y nada más. La página en blanco persiste y hoy toda inspiración es una ficción de funestas filias y fatales fobias. Cómo quisiera poder escribir los versos más tristes esta noche. Pero no soy nada. Nunca seré Nada. No puedo querer ser nada. [Pessoa, Neruda, Poe, Chaves. Impensables poetas malditos].

Rencoria

On the edge

Author: Igor /

Frente a mí, allá al fondo, el sol comienza a ponerse [más rápido que de costumbre. De hecho, parece como si el paisaje entero tuviese algo como espasmos, como si diese pequeños saltos, y luego vuelta a la normalidad. No puedo explicarme mejor. ¿Será que…?]. Las nubes van adquiriendo un tranquilizador tono violáceo. El viento se torna frío. Me agita el cabello. A mis pies los edificios se extienden como una alfombra de concreto hasta donde se me pierde la vista. Pero no se equivoquen. No todo es monótono y gris como pudiera pensarse. En los techos hay cosas tan inimaginables [cacharros, ropa, antenas, gente] que le dan al paisaje un caótico aire de tapete persa. Un tapete muy duro, eso sí. «¡Salta de una vez, con una chingada!», me grita él. Casi siento su aliento salpicándome el rostro. Evito mirarlo directamente a los ojos. Agacho la cabeza. Veo mis zapatos recién lustrados. Mis pies se mueven un poco, indecisos, cada vez más cerca del borde. La cornisa está cubierta de moho. Me resbalo un poco. Casi caigo al vacío. Tiemblo aún más. Seguro que si pudiera ver la expresión de mi rostro, me moriría de la risa. Estoy en el borde, a punto de morir. Ja, tengo la ciudad a mis pies. Qué estupideces se me ocurren en momentos como éste [¿cuándo has estado en una situación similar, imbécil?]. Diablos, creo que voy a llorar.
Pero esperen. Lo que quiero contar no comienza aquí.
REWIND.[1]




[1] Incierto lector o lectora: piense, por favor, en lo que ocurre cuando presiona el botón de REW en el control remoto de su videocasetera, mientras corre la película. ¿Logró visualizar las imágenes en retroceso y a alta velocidad? Bien, va muy bien. Ese es el efecto que se buscaba. Ahora presione STOP. Genial. Luego PLAY. Así, gracias. Ya puede pasar al capítulo siguiente.

Hipótesis

Author: Igor /

Para buena parte del sector poblacional que se está analizando (jóvenes entre 15 y 29 años), la democracia/la política aparecen como algo lejano, que ocurre en esferas que les son ajenas. Esto se debe, en cierta medida, a una «oferta estatal» homogénea, la cual resulta desfasada de las realidades y diversidades juveniles. Esto ha configurado distintas culturas políticas (que no son solo integradas, o sólo apocalípticas, sino que resultan híbridas). De ello se deriva una democracia incompleta, débil, que se refleja tanto en la percepción que de ello tiene la población, como en el mismo sistema político. La relación que se plantea es, pues, clara: a un mayor ejercicio de la ciudadanía corresponde una democracia más amplia.

Se buscan elementos para una (post) literatura (a)propia.

Author: Igor /

1. El escritor como un espía [del poder, de la vida cotidiana].
2. El interés por el otro: pensar al ser humano como centro. Sólo para excentrarlo de la manera más deconstructiva posible.
2. A Bosch-like world: monstruos coexistiendo con seres «normales», pero ¿cuál es cuál?
3. Encajar en en el desencanto, calzar en el espacio producido por la propia ausencia de sí.
4. Hacer patente (en cada párrafo, en cada línea) la molesta presencia de quien escribe.
5. Despotricar.

Biografía(s)

Author: Igor /

Damián es mi mejor amigo. Lo conozco desde que éramos pequeños. Entonces yo llenaba mis soledades infantiles de hijo único prendiéndole fuego a los juguetes que me regalaba mamá [era fascinante cómo las hormigas huían para evitar el plástico derretido sobre sus lomos]. Pero cuando Damián llegó ya nunca más estuve solo. Hacíamos todo juntos: íbamos a la escuela, jugábamos por las tardes, conversábamos tirados de panza en el césped. Fuimos creciendo, siempre juntos. Aunque hubo un tiempo, cuando ingresé a la secundaria, en el que casi no lo veía. En aquél entonces me hice de otros amigos, y Damián se distanció un poco. Luego, ya en la preparatoria, su presencia se hizo más frecuente. Sólo que ahora era se había transformado en alguien más violento: ya no le bastaba reventar mininos a base de alka seltzer. Ahora agredía personas. A mí eso no me gustaba de él. Pero era mi amigo y lo aceptaba [él siempre estuvo ahí, y yo le debía tanto]. Es muy inteligente, y siempre se había salido con la suya, hasta que se le pasó la mano con aquella señora, Esther, creo. Terminó por matarla a golpes. Nadie me cree que fue él. Dicen que Damián vive sólo en mi mente, e insisten en tenerme aquí, encerrado, atado. Ellos creen que me tomo la medicina que me dan, pero no tienen idea. Ups, creo que logré zafarme un poco. Sí, mi mano está libre. Que bueno, porque ahí viene la lindísima enfermera con esas ricas pastillitas azules. Se parece tanto a mamá. Le sonreímos.

Rencoria